Si tienes un iPad en casa, independientemente del uso que le des, es inevitable que se acabe ensuciando en mayor o menor medida. Ya sea la pantalla con rastros de huellas, los conectores con polvo o incluso la parte trasera con alguna mancha, en este artículo te contaremos de que forma debes limpiar el producto. También haremos hincapié en el tipo de productos recomendados para estos casos.
Saber que hay que hacer para limpiar un iPad es importante, pero también lo es conocer lo que no se debe hacer. Sobre todo para evitar hacerlo si quieres que tu dispositivo no solo se mantenga limpio, sino que además no tenga rayones u otros defectos provocados por una mala limpieza.
Este es uno de los puntos más sensibles de limpiar, ya que las pantallas están fabricadas con materiales muy sensibles. No obstante, si tienes en cuenta lo mencionado en el anterior punto no tienes de que preocuparte. Existen varios productos para llevar a cabo esta limpieza. En el caso de los líquidos recomendamos el de la marca Whoosh! que es el mismo que utilizan en Apple para limpiar los dispositivos, aunque cualquier otro con similares características podría ser útil. Incluso el agua en un momento dado puede ser un gran aliado.
Por otro lado, en lo que a paño o toallita se refiere, recomendamos utilizar dos paños diferentes, uno para añadir el líquido y limpiar la pantalla y otro para secarlo posteriormente. Es importante que estos dos estén diferenciados y el que sirve para secar no se utilice nunca para la otra función. En este caso valen toallitas secas, papel de cocina suave o paños de microfibra similares a los que se utilizan para limpiar unas gafas. Aquí abajo encontrarás un enlace de compra a un producto que puede servir para la causa.
Ahora, los pasos a seguir para la limpieza son los siguientes:
El chasis o carcasa del iPad, independientemente de cual sea, dispone también de materiales sensibles. Por tanto es importante también en este caso seguir las recomendaciones de no utilizar líquidos abrasivos. El efecto que provocaría utilizarlos aquí tiene un menor impacto que en la pantalla, pero podría hacer que se perdiese el color y a la larga hacer que la estética del iPad pierda mucho valor. Los pasos a seguir para esta limpieza son los mismos que en el anterior apartado, con especial atención en las lentes de cámara para evitar que estas se rayen durante la limpieza.
Tener suciedad en los conectores de auriculares o carga del iPad es más habitual de lo que te imaginas. También lo es en altavoces y micrófono. Por mucho que se cuide la limpieza del dispositivo o se mantenga en lugares limpios, al final resulta inevitable que una mínima mota de polvo se cuele dentro. Esto además puede generar problemas como que el altavoz no suene bien, que el iPad no pueda cargarse correctamente o que el micrófono deje de funcionar. De hecho la limpieza es el primer consejo que se da cuando algo de esto falla.
Así pues, para limpiar cualquiera de estos productos se recomienda utilizar cepillos de dientes de cerdas blandas o bastoncillos que no suelten pelusas. Con productos de este tipo evitarás dañar cualquier conector de forma interna y no permitirás tampoco que se cuele más suciedad con las pelusas. Es posible que ya tengas en casa productos de este tipo que te sirvan para la limpieza, pero si no es así no te será difícil encontrarlos en alguna tienda como Amazon.
Luego, a la hora de proceder a limpiar cada conector hay que ser sumamente cuidadoso. Trata de hacerlo de forma suave, tanto cuando introduzcas el bastoncillo o cepillo como cuando procedas a limpiarlo de forma interna. En el caso de los bastoncillos deberás tirarlos cuando los uses e incluso es posible que tengas que utilizar varios en una sola vez. Para los cepillos es recomendable lavarlos después y no volver a utilizarlos hasta que estén completamente secos. Precisamente a este respecto hay que recalcar que bajo ningún concepto utilices ningún líquido para ello, ya que independientemente de si es abrasivo o no podría estropear el iPad.
Son muchos los accesorios compatibles con un iPad (fundas, teclados, ratones…). Cada uno de ellos tiene su método de limpieza especial, para el cual recomendamos consultar en la web del fabricante. No obstante hay una serie de líneas generales que se deben seguir para algunos de ellos y que coincide plenamente con lo indicado en puntos anteriores: hacerlo siempre con productos suaves, utilizar solo líquidos no abrasivos para aquellos que se permita y proceder a la limpieza con suma delicadeza.