Crosscall Core M5 y Core T5, análisis. Review, características y precio | Computer Hoy

2022-12-21 16:02:50 By : Ms. Daisy Wang

He estado probando el Crosscall Core M5 y la tableta Core T5, una tableta y un móvil resistente que me han demostrado que este tipo de dispositivos de resistencia extrema todavía tienen su hueco en el mercado. Te cuento mi experiencia en este análisis del Core M5 y Core T5.

Es bastante probable que no te suene de nada la marca Crosscall. Para ponerte en antecedentes, este pequeño fabricante asentado en el sureste de Francia lleva más de una década diseñando móviles resistentes para cuerpos y fuerzas de seguridad, así como para aventureros extremos.

Por lo tanto, si de algo saben es de hacer móviles y tabletas superresistentes capaces de continuar funcionando con normalidad donde los móviles convencionales dejarían de hacerlo.

De hecho, mi primer contacto con los móviles de la marca fue un tanto atípica ya que vino de la mano del Cuerpo de Bomberos de Marsella que, al igual que otros cuerpos de policía y del ejército del país galo, utilizan estos dispositivos como parte de su equipamiento de trabajo.

Para demostrarme cómo trabajaban ante una emergencia, me pusieron todo el equipamiento de protección ignífuga, me montaron un Crosscall Core X5 con un arnés en el pecho y me pusieron entre las manos una manguera de extinción invitándome a entrar en un recinto en llamas.

No me cabe duda de que cualquier otro móvil habría sucumbido ante aquellas condiciones, pero tanto el Core X5 como la Core T5 que operaba desde el puesto de control se mantuvieron perfectamente operativos y yo salí indemne de aquel incendio.

Sin embargo, el móvil que he podido probar es el Core M5, un modelo anterior un poco menos potente y actualizado, pero igual de resistente que el Core X5. 

La review del Crosscall Core M5 y Core T5, análisis, test y opinión de Computerhoy:

Antes de continuar con el análisis del Crosscall Core T5 y Core M5 conviene hacer una parada y revisar su hoja de especificaciones.

En ella no vamos a encontrar los procesadores más potentes ni pantallas con las mejores resoluciones, pero todo ello tiene un motivo que te contaré en sus respectivos apartados.

Como puedes ver en las fichas del Crosscall Core T5 y del Core M5, ambos dispositivos tienen un hardware muy parecido, por lo que la experiencia de uso en muchos apartados será muy similar en términos de rendimiento.

Sin más dilación, vamos a ver si merece la pena apostar por una tableta y un móvil rugerizado en 2022.

Los móviles rugerizados no pueden medirse con el mismo baremo del resto de móviles debido a su enfoque de uso. Es decir, no podemos esperar un smartphone o tableta tan esbelto y ligero como un iPad de última generación o con las dimensiones de un smartphone convencional, porque estos últimos tampoco sobrevivirían en un entorno de uso hostil.

En este sentido, tanto el Crosscall Core M5 como la tableta Core T5 han sido diseñados para resistir impactos y caídas desde 2 metros sobre hormigón, inmersiones en agua dulce y salada y las condiciones más adversas de temperatura y polvo en suspensión. En definitiva, han sido diseñados para ser unos móviles todoterreno.

El Crosscall Core M5 tiene unas dimensiones de 151 x 74, un grosor de 15,5 mm. El chasis metálico combinado con inserciones de TPU ha sido diseñado para soportar impactos y salvaguardar el hardware que aloja en su interior. De ahí tenga ese grosor y unos marcos en el frontal tan pronunciados y pese 226,6 gramos.

Lo mismo sucede con la tableta Crosscall Core T5, que presenta un diseño en la misma línea del Core M5 en el que se prioriza la resistencia dejando unas dimensiones de 227,6 x 135 mm, con un grosor de 13,8 mm y 594 gramos de peso.

El diseño de los dispositivos tiene en cuenta sus condiciones de uso, por lo que los botones han sido diseñados para que puedan usarse con guantes, permitiendo programarlos para lanzar determinadas apps algo que, como pude comprobar por mí mismo cuando me encontraba ante las llamas, resulta muy conveniente para facilitar la comunicación.

Llama la atención la presencia de una hilera de tornillos que recorren el perímetro de la trasera de ambos dispositivos.

Lejos de ser meramente decorativos, estos tornillos permiten abrir el dispositivo más fácilmente a la hora de sustituir o reparar el hardware o la batería, consiguiendo así una puntuación de 8,8 en el índice de reparabilidad, uno de los más elevados del mercado, garantizando su vida útil durante más tiempo.

Si bien es cierto que ni la tableta ni el smartphone de Crosscall son los más ligeros en la mano, sí se ajustan bastante bien a la palma gracias a las formas curvas de la trasera y a una zona estriada en los laterales que facilita el agarre.

En realidad es una sensación bastante cercana a usar un móvil o tableta convencional con una funda resistente instalada. La diferencia es que en el Core M5 y Core T5 la resistencia a los impactos ya viene de fábrica y con garantía de 5 años.

Ambos dispositivos cuentan con conectividad 4G de alta prioridad en las bandas PMR para mantener la conexión en situaciones de emergencia desde una bandeja con capacidad para dos tarjetas nanoSIM. Además, permiten conexiones WiFi más sólidas para mantenerse conectado incluso en situaciones de baja cobertura.

Tanto el Core M5 como la Core T5 incluyen puerto USB C y jack de de 3,5 mm, así como localización GPS y un anclaje magnético X-Link de Crosscall para añadir sistemas de carga externos y anclajes.

Uno de los puntos débiles de ambos dispositivos es, sin duda alguna, su pantalla. No por su resistencia, avalada por haber superado 13 de las 15 pruebas que forman el test de resistencia militar estadounidense MIL STD-810H, sino por ofrecer un brillo y resolución por debajo de lo esperado.

En el caso del Crosscall Core M5 hablamos de una pantalla LCD IPS de 4,95 pulgadas con una resolución FWVGA+ de 960 x 480 píxeles que deja una densidad de 217 ppp.

Su resolución queda muy por detrás del mínimo exigible a un móvil en 2022, y hubiera sido más acertado optar por una resolución HD+ como la que ofrece su hermano Core X5 que probé en Marsella. En contrapartida, ofrece un sistema de reconocimiento de pulsaciones avanzado que permite usar la pantalla con los guantes puestos.

Por su parte, la Core T5 monta una pantalla LCD IPS de 8 pulgadas con una resolución WXGA de 1.280 x 800 píxeles que resulta más adecuada a su tamaño, aunque se mantiene por debajo de la resolución media que encontramos en tabletas de ese tamaño.

El brillo de la pantalla tampoco nos ha dejado demasiado satisfechos en ninguno de ellos, sobre todo teniendo en cuenta que nos encontramos ante unos dispositivos pensados para usarlos a la intemperie o bajo condiciones extremas.

Ninguno de ellos supera los 500 luxes con el ajuste de brillo máximo, lo cual complica la lectura de la pantalla a pleno sol o cuando estamos protegidos tras unas gafas o máscaras protectoras.

Mejor rendimiento ofrece en audio gracias al altavoz de alta potencia que se ubica en la trasera de ambos dispositivos, permitiendo escuchar claramente las comunicaciones entrantes incluso en entornos ruidosos gracias a los 100 dB de presión sonora que permite.

Por su parte, la tableta monta un solo altavoz en la esquina inferior derecha del frontal. Aunque este altavoz no es tan potente como el del Crosscall Core M5, sí entrega una buena potencia, aunque es bastante limitado en cuanto a representación de frecuencias.

Crosscall ha optado por montar procesadores Qualcomm de la serie Snapdragon 600. Que no cunda el pánico, no es una elección aleatoria ni un capricho de la marca para reducir costes.

En concreto, el Core M5 monta un Snapdragon 662 de ocho núcleos, mientras que la Core T5 nos llega con un Snapdragon 665. Como seguramente os suceda a vosotros, me llamó la atención que la marca optara por estos procesadores y no por los de la serie Snapdragon 700, más modernos y optimizados.

La respuesta de la marca es que estos procesadores pertenecen al programa Long Term de Qualcomm. Es decir, son procesadores que van seguir teniendo soporte y actualizaciones durante más tiempo que la media de procesadores.

Esto garantiza un funcionamiento optimizado durante más tiempo, algo que casa perfectamente con la filosofía de fabricar dispositivos con una larga vida útil de Crosscall.

En términos de rendimiento estamos claramente ante un procesador de gama media o media baja, pero que aporta la suficiente fluidez como para utilizar las apps básicas sin ningún problema.

Hablamos de usar el smartphone o la tableta en apps de mensajería, para navegar o gestionar el correo, pero la Adreno 610 y los 3 GB de memoria RAM son completamente insuficientes para ejecutar juegos o aplicaciones más exigentes. 

De cualquier forma, no son dispositivos orientados a ese uso por lo que conviene recordar que no se les puede medir con el mismo baremo que al resto.

Donde sí podría exigírseles más es en el apartado de la memoria de almacenamiento. Pese a ofrecer la posibilidad de ampliarla en hasta 512 GB desde una tarjeta SD externa, 32 GB de capacidad es a todas luces escasa para un smartphone o tableta en 2022.

Tanto el Crosscall Core M5 como la tableta Core T5 nos llegan con Android 11 instalado y lo hace con una capa mínima que solo añade pequeños cambios en las opciones de configuración de los botones y determinadas opciones específicas de estos modelos. Por todo lo demás, tiene el aspecto de Android 11 de stock.

En el apartado de software, la marca francesa cuenta con algunos desarrollos propios que aportan un valor añadido.

De todas ellas destacaría X-Talk, una app que aprovecha las funciones de walkie talkie permitiendo una conexión segura y estable entre dos dispositivos de Crosscall.

Dada la naturaleza aventurera y de servicio, los dispositivos de Crosscall que estamos analizando cuentan con un sistema de aleta SOS integrado que permite enviar un mensaje de socorro con solo tocar un botón.

En el apartado fotográfico cuenta con X-Cam y X-Story que facilita la toma de fotos y la edición de los vídeos desde el propio smartphone o tableta.

No me ha sorprendido no encontrar un sensor de huella dactilar para desbloquear el terminal, sobre todo cuando es un dispositivo que, en muchos casos, es probable que se use con guantes.

Por ese mismo motivo, lo que sí me ha sorprendido que la marca no ofrezca la posibilidad de usar un sistema de reconocimiento facial como complemento al desbloqueo por código PIN o patrón de seguridad.

Como ya hemos comentado en la introducción, el apartado fotográfico es uno de los peor parados en esta pareja de dispositivos que llegan equipados con una cámara principal de 13 Mpx y con cámaras frontales de 2 y 5 Mpx respectivamente.

Crosscall ha optado por una configuración de mínimos en este apartado que busca contener el precio final del producto pero manteniendo la resolución suficiente para usar la cámara más para un uso productivo como escáner de código de barras, por ejemplo, que como componente fotográfico.

Ese planteamiento justificaría el ajustado rendimiento fotográfico y la falta de funciones de las cámaras de estos dispositivos que solo obtendrán un rendimiento correcto con buena luz, pero el rango dinámico de las fotos es bastante limitado.

Al contar con una sola cámara y una app bastante sencilla, la única opción que nos ofrece es la de aplicar un zoom digital de 2x, pero lo que no podemos esperar grandes alardes de nitidez en estas tomas.

Como era de esperar, en fotos nocturnas o con poca luz su calidad cae en picado debido al escaso rendimiento de los sensores y a la ausencia total de un sistema de Inteligencia Artificial que aplique filtros de reducción de ruido o de mejora del enfoque.

La cámara frontal no aporta gran cosa a lo que ya hemos mencionado con respecto a la cámara principal. Pese a que los 5 Mpx que ofrece la cámara de la Core T5, el escaso procesado de las fotos hace que se diluya esa diferencia entregando unos resultados muy parecidos en ambos modos.

El apartado de vídeo tampoco sale muy bien parado, dejando unos vídeos con una resolución máxima de 1080p en el caso del móvil, y de 4K a 30 fps en el caso de la tableta. Mejora condicionada por la mejor capacidad del procesador.

En cualquier caso, el Crosscall Core M5 sorprende por no ofrecer una configuración de cámaras más cuidada, sobre todo teniendo en cuenta que parte de su público serán usuarios que practiquen deportes de riesgo o aventura y pueden usar el móvil para hacer fotos o grabar vídeos de sus hitos.

Pocas sorpresas en el apartado de la batería. En ambos casos se alcanza la jornada completa de uso intensivo, incluyendo navegación con GPS.

Lo cierto es que, teniendo en cuenta que algunos de los principales competidores chinos de Crosscall montan baterías de mayor capacidad que las del Core M5, la baja resolución y el escaso brillo juegan a su favor para exprimir al máximo los 4.000 mAh de su batería obteniendo más de 8 horas de pantalla.

Sin embargo, como ya hemos dicho, no podemos medir a estos dispositivos superresistentes con la misma vara que a los convencionales.

Si bien un día de uso intenso con GPS es un dato muy bueno para un móvil con batería de 4.000 mAh, no lo es para un móvil cuyo principal uso va a darse en exteriores en los que, probablemente, no se tenga fácil acceso a una toma de corriente. Por lo que consideramos que Crosscall debería haber sido más ambiciosa a la hora de dotar de mayor autonomía a este Core M5.

Una situación similar vivimos con la tableta Core T5 que, con 7.000 mAh de batería, casi duplica la capacidad del Core M5, pero su pantalla y su procesador son más agresivos a la hora de drenar la batería, aún así alcanza más de 14 horas de pantalla.

Crosscall ha incluido un cargador de 10 W en la caja de ambos dispositivos y eso se refleja a la perfección en los tiempos de carga, quedando en  2 horas y 38 minutos en el caso del Core M5 y en algo menos de 5 horas en el caso de la Core T5.

En este apartado me gustaría hacer una pausa para destacar la utilidad de la X-Power, una batería externa de 6.000 mAh que se acopla al conector magnético X-Link de la trasera del Core M5 y de la Core T5 recuperando la carga sin necesidad de ningún cable adicional y por un precio de algo menos de 36 euros.  

La marca gala no ofrece ninguna configuración adicional para sus móviles resistentes, dejando su catálogo con una única opción de almacenamiento de 32 GB.

El precio oficial de la Crosscall Core T5 es de 649, 90 euros, pero ya se pueden encontrar en tiendas como Amazon u otros distribuidores por 529,90 euros, mientras que el precio de lanzamiento del Crosscall Core M5 era de 349,90 euros y ya se puede comprar por 259,90 euros.

Una de las reflexiones que me planteé antes de hacer este análisis del Crosscall Core M5 y de la Core T5 es si realmente merecen la pena estos dispositivos resistentes en 2022. Mi conclusión es que tiene todo el sentido dependiendo del tipo de usuario.

Tendemos a dar por sentado que los móviles van a ser usados en entornos urbanos o relativamente a salvo de las inclemencias del tiempo. Si eres un usuario que se mueve en ese tipo de escenarios probablemente estos dispositivos de Crosscall no te aporten nada. Al contrario, más bien te restarán prestaciones que otros móviles con el mismo precio sí ofrecen.

En cambio, si trabajas en un entorno rural, en trabajos expuestos a la intemperie o simplemente practicas deportes de riesgo o acuáticos, no se me ocurre mejor compañero para mantenerte conectado en cualquier escenario por duro que sea.

Algo similar se aplicaría a la tableta resistente Crosscall Core T5, que además tiene como aliciente un precio contenido si se tiene en cuenta que iguala a lo que te costaría una tableta Android de gama media y una funda a prueba de niños.

Crosscall Core M5 es uno de los móviles más destacados del mercado europeo por sus prestaciones y su autonomía. 

Además, su filosofía de larga duración y su programa de reacondicionado convierte a este tipo de productos de alta resistencia en una opción mucho más sostenible y económica a largo plazo que la de renovar móvil cada año.

Descubre más sobre Rubén Andrés, autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Computerhoy.

Etiquetas: Tabletas Android, Móviles, Tecnología, Análisis

Axel Springer España es una compañía neutra en carbono